El MD-83, similar al de la foto, se estrelló en la región de Gao (Mali).
The Diplomat. Madrid
Los embajadores y el personal diplomático de las legaciones españolas del Sahel están en contacto con las autoridades locales para recabar la mayor información posible del accidente de avión de la compañía española Swiftair, que supuestamente se estrelló en la región maliense de Gao con 116 personas a bordo.
Los mayores esfuerzos se están centrando en Argelia, Mali y Níger, donde Exteriores cuenta con representaciones de alto nivel, mientras que los asuntos de Burkina Faso dependen de la embajada española acreditada en Abidjan (Costa de Marfil).
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se puso ayer en contacto con sus homólogos de Argelia y Malí para ofrecerles la ayuda material que necesiten para intentar localizarlo. La zona de Gao, al norte de Mali, es muy peligrosa y de difícil acceso ya que está controlada por los rebeldes yihadistas y tuareg que luchan contra el Gobierno de Bamako. A ello se añade que es una zona desértica.
España cuenta en la zona con un avión militar Hércules que está destinado en Mali en apoyo a la operación Serval que lidera Francia. Su dotación es de 50 efectivos y hasta ahora se ha encargado de transportar a tropas galas y de otros países africanos vecinos en un esfuerzo colectivo para expulsar a las células yihadistas del norte del país, donde precisamente se ha estrellado el avión. En los últimos meses este Hércules ya ha realizado misiones en el norte de Mali, aunque de forma “excepcional”, según fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por The Diplomat.