The Diplomat in Spain

Foto: Embajada de Brasil.

Paulo César de Oliveira Campos

Embajador de Brasil

Rafael Salido. Madrid.

Una gran experiencia y numerosas vivencias se acumulan en la dilatada carrera diplomática de Paulo César de Oliveira Campos, licenciado en Ciencias Jurídicas, que le ha llevado sucesivamente a Washington, Tokio, Bonn y Londres antes de recalar en Madrid, donde es embajador de Brasil desde 2009.

Brasil se ha convertido en uno de los motores de la economía mundial, el espejo en el que se mira América Latina. ¿Vive Brasil su mejor momento?

En los últimos diez años se ha producido un aumento sustancial de la participación de los países emergentes en el crecimiento del PIB Mundial. La expectativa del FMI es que en 2014 los países en desarrollo aporten el 51% del PIB del mundo. El año pasado, la economía brasileña creció un 2,3% alcanzando los 2.240 millones de dólares. Por ser la 7ª economía del mundo, Brasil es ya, de hecho, uno de los principales motores de la economía mundial.

En 2013, batió el record de inversiones extranjeras directas al sobrepasar los 64.000 millones de dólares. Más que por el tamaño de su economía, el éxito de Brasil en la atracción de capital extranjero radica en sus sólidos fundamentos macroeconómicos (reservas internacionales elevadas, creciente aumento de la corriente de comercio, control del déficit público y de la inflación…). Por estas razones Brasil continúa estando en uno de sus mejores momentos.

Dentro de este período de bonanza, ¿de qué logros se siente especialmente orgulloso?

La economía brasileña cuenta con importantes conquistas. En el sector exterior, presenta un buen desarrollo a pesar de la grave crisis económica mundial. Entre 2008 y 2013 Brasil tuvo un crecimiento medio del PIB de un 3,1%, redujo su tasa de desempleo (que en 2013 fue de 5,1%) y aumentó la renta per cápita.

Las medidas anti-cíclicas tomadas por el gobierno brasileño han garantizado que el país haya pasado por un periodo de relativa bonanza a lo largo de la crisis que ha asolado a las principales economías mundiales.

Además de los éxitos en el sector exterior, se han producido importantes avances en la economía doméstica que se han reflejado en la sociedad. El crecimiento económico de los últimos años, unido a unas políticas sociales adecuadas, ha tenido como resultado una reducción de la pobreza y de la desigualdad de la renta sin precedentes en la historia del país. Entre 2003 y 2012, la tasa de población que vive bajo el umbral de la pobreza pasó de un 35,7% a un 16%. Esta es la victoria de la que estoy más orgulloso. Para mí, el crecimiento económico solo tiene sentido cuando viene acompañado de la reducción de las desigualdades y de un aumento de las oportunidades para todos.

¿Y qué retos les quedan por delante?

Tanto las conquistas del pasado como las actuales no nos deben cegar en relación a lo que aún queda por hacer. Brasil es un país en desarrollo, en el que todavía hay mucho por mejorar. Además de la lucha contra la pobreza, que es y será una constante, Brasil se enfrenta al reto de aumentar la eficiencia y la productividad de la séptima economía del mundo. Para ello, el Gobierno Federal ha dado prioridad a la modernización de las infraestructuras: mejora de las carreteras, expansión de la red ferroviaria, ampliación de puertos, reforma de aeropuertos y ampliación de la red de transporte en las grandes metrópolis. Simultáneamente, ha habido un fuerte aumento de las inversiones en educación y la creación de programas de formación como el “Ciencia sin Fronteras”, que permite a estudiantes brasileños estudiar en el extranjero en instituciones de enseñanza superior de renombre. Como resultado de estas políticas, el gobierno espera que, hasta 2022, haya un crecimiento medio de la inversión del 7% anual, una expansión media del PIB del 4% interanual y un aumento del PIB per cápita del 33,2%.

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«El Banco de los BRICS contribuirá a la estabilidad financiera global»

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¿Ha cambiado la imagen de Brasil? ¿Se le mira con otros ojos desde Europa?

La mejora de la realidad social brasileña puede percibirse fácilmente a través de los números pero también en las calles y en el día a día. Este fenómeno social ha venido acompañado por el fortalecimiento de nuestra economía y por el aumento de la participación del país en asuntos internacionales. Que Brasil haya organizado el Mundial de Fútbol y que en 2016 reciba las Olimpiadas contribuye también a una mayor visibilidad del país en los medios de comunicación. Creo que Brasil goza de una imagen positiva en distintos aspectos. Aun así, todavía es necesario superar muchos estereotipos, simplismos y prejuicios. Los grandes eventos deportivos que acogemos están suponiendo una oportunidad para que el público extranjero pueda ver con sus propios ojos todas estas trasformaciones sobre las que estamos hablando.

Antes de que empezase el Mundial,  las informaciones difundidas por los medios de comunicación eran bastante negativas. A lo largo de la cita deportiva se ha podido percibir cómo los medios internacionales se han rendido ante el clima, el pueblo y las infraestructuras que se han encontrado. Aunque haya algún problema puntual, creo que Brasil ha transmitido una imagen positiva que se corresponde con la realidad y no solo a través de los medios sino, especialmente, por medio de los que han estado en el país.

La VI Cumbre de los BRICS puso en marcha su propio Banco de Desarrollo; ¿es una alternativa real al FMI o un golpe en la mesa para cambiar políticas que siempre parecen favorecer a las grandes potencias?

La Cumbre de los BRICS supone una oportunidad para que se pongan de acuerdo países que por el peso de sus economías no pueden permanecer al margen de las grandes cuestiones internacionales y que están en condiciones de contribuir de forma decisiva al futuro de la economía mundial.

El Banco de Desarrollo creado en Fortaleza ofrece una alternativa para las necesidades de financiación de los países en desarrollo. El Banco de los BRICS viene a contribuir a la estabilidad financiera global de manera complementaria a los mecanismos existentes. Esto es algo especialmente importante en un contexto en el que las instituciones financieras tradicionales presentan muchas restricciones y condicionantes a la oferta de crédito, sobre todo cuando se producen dificultades para adecuar su gobernanza a los imperativos de la nueva realidad económica en la que vivimos.

Se especulaba con que el primer presidente de este Banco fuera brasileño. Finalmente será un indio. ¿Es una derrota en las negociaciones?

No se puede hablar de derrota teniendo en cuenta la victoria conjunta excepcional que se ha producido en la Cumbre de Fortaleza. Los BRICS, a diferencia de otros organismos, se ponen de acuerdo para alcanzar importantes resultados. Por lo tanto, hablamos de un éxito colectivo en todos los sentidos.

Cabe recordar que la presidencia de la institución es rotativa y que Brasil será el próximo en designar un jefe. El Banco de los BRICS, que tendrá su sede en Shanghai, tiene consejos que estarán integrados por representantes de los países miembros. Pero lo más importante es alcanzar los resultados esperados. Brasil, África del Sur, China, India y Rusia están trabajando por el consenso y por obtener resultados que marquen la diferencia en la estabilidad de la economía mundial.

Usted defendió encarecidamente el nombramiento de José Graziano da Silva como Director General de la FAO. Visto su incontestable currículum, ¿cree que las suspicacias levantadas al respecto se deben al hecho de ser brasileño?

Cuestiones personales relacionadas con la elección de José Graziano como Director-General de la FAO. En una elección siempre hay un vencedor y un perdedor.

Y de España, ¿qué opinión se tiene en Brasil?

Hay una imagen de proximidad. Muchos brasileños descienden de españoles que, como muchos inmigrantes que llegaron al país a finales del siglo XIX y principios del XX, ayudaron a forjar el Brasil actual. Compartimos la pasión por el deporte, en particular por el fútbol, y por la gastronomía. Hay un camino abierto a muchas oportunidades de diálogo y colaboración. Tenemos una agenda de trabajo que abarca los más diversos sectores, desde la cooperación educativa y cultural a la cooperación policial y de defensa. Pero las relaciones entre ambos países también se revisten de un componente bastante racional: España se ha consolidado históricamente como una importante fuente de inversión y de intercambio empresarial y, cada vez más, figura como un importante socio comercial. Por otro lado, creo que Brasil es visto por España como un socio muy cercano, importante, fiable y dispuesto a trabajar en equipo para buscar soluciones comunes ante problemas globales. No diría que nuestra relación es inmejorable pero nos aproximamos bastante a este estado.

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«La visibilidad turística es quizás uno de los legados más importantes del Mundial»

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España es el segundo inversor en Brasil, ¿qué importancia tienen esas inversiones?

Las inversiones españolas constituyen una pieza importante de nuestro desarrollo por la capacidad técnica de las empresas españolas, que normalmente reciben una importante financiación de entidades brasileñas.

¿Más allá de las grandes infraestructuras hay oportunidades de negocio para nuestras empresas en su país?

Desde los 90, las empresas españolas han aumentado sus inversiones en distintos países de Latinoamérica. En el caso de Brasil, cuya población supera los 200 millones de habitantes, ese fenómeno no ha sido diferente. Casi la totalidad de las empresas españolas del IBEX-35 tienen inversiones en el país.

¿Cómo califica las relaciones hispano-brasileñas? ¿Atraviesan un buen momento?

Las relaciones bilaterales entre España y Brasil pasan por un excelente momento. Contamos con una amplia y positiva agenda, con iniciativas en casi todas las áreas. Además de la pujanza de los intercambios económicos y comerciales, y de un diálogo político fluido y profundo, estamos trabajando en otros campos, fundamentales para ambos países, como la cooperación en educación, con la llegada de centenas de estudiantes brasileños para estudiar en España en el contexto del Programa “Ciencias Sin Fronteras”. O, por citar otro ejemplo más, con el desplazamiento de médicos españoles para trabajar en el programa “Más Médicos”.

Pasado el Mundial de fútbol, su país afronta los Juegos Olímpicos en 2016. Hay quienes temen que se esté formando una cierta burbuja. ¿Es sostenible el crecimiento de Brasil a medio y largo plazo?

Es totalmente sostenible. Por paradójico que pueda parecer, nuestras carencias en ese ámbito constituyen nuestra fortaleza. Con la incorporación de millones de brasileños al mercado de consumo, todavía existe una gran demanda no satisfecha. Aún hay necesidad de muchas inversiones, especialmente en el área de las infraestructuras que es uno de los ámbitos prioritarios para el gobierno.

Además de las infraestructuras, ¿qué legado le queda a Brasil tras el torneo?

El gobierno brasileño ha llevado a cabo un amplio balance de los resultados del Mundial de fútbol y es positivo. Además de las importantes mejoras en el ámbito de las infraestructuras, cabe destacar las enormes ganancias que un evento de esta naturaleza aporta a un país en términos de imagen, proyección y nuevas oportunidades.

La visibilidad turística es quizás uno de los legados más importantes del Mundial. Más de un millón de turistas han visitado Brasil, número que ha superado con creces las expectativas, y la mayoría de ellos no habían estado antes en el país. Y lo que es más importante, más del 90% ha evaluado muy positivamente su estancia y más del 80% ha manifestado su intención de volver a Brasil. Entre los aspectos más valorados se encuentran la hospitalidad del pueblo brasileño, la gastronomía, la seguridad pública y la información turística.

Creo que hemos sabido responder a los pronósticos pesimistas con una excelente organización y una buena celebración. Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestra mano para merecer el título de Copa de las Copas.

Recientemente, en una entrevista con EFE, Jorge Valdano afirmaba que Neymar es demasiado joven para ser el líder de la selección. ¿Comparte usted esta opinión?

Por todo lo que se ha visto de Neymar antes de la entrada que lo sacó del Mundial, se puede decir que nació para jugar al fútbol y para liderar cualquier equipo. No obstante, a pesar de las excepcionales cualidades de Neymar, Brasil posee varios jugadores estupendos y con todo lo necesario para motivar y liderar el equipo. Por dar sólo un ejemplo, citaré a David Luiz.

SUS FAVORITOS

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[box style=»0″]UN LUGAR

 «Tengo dos: mi ciudad, Río de Janeiro, y Sevilla».

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[box style=»0″]UN LIBRO

 «Las novelas policiacas de Patrícia Melo, como “Inferno”».

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[box style=»0″]UN PLATO

 «La Feijoada, nuestro guiso de frijoles y carne de cerdo».

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