El Rey y Rajoy en La Zarzuela en 2012./ Foto: Casa Real/Borja Fotógrafos.
The Diplomat. Madrid
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sorprendió el 2 de junio a los españoles con su comparecencia urgente en la que comunicó que don Juan Carlos renunciaba al trono, un anuncio que en otras monarquías europeas recae en el propio monarca. El protagonismo del jefe del Ejecutivo en este proceso sucesorio no se quedará ahí, ya que está previsto que tenga un papel relevante en el acto oficial de abdicación del Rey el 18 de junio en el Palacio Real y luego, al día siguiente, en la proclamación de Felipe VI como nuevo jefe de Estado en la sesión conjunta de las Cortes.
A Rajoy le corresponderá refrendar con su firma, tras la del Rey, la entrada en vigor de la ley orgánica de abdicación del monarca que apruebe hoy el Congreso de los Diputados y el día 17 el Senado, según fuentes oficiales de Protocolo consultadas por The Diplomat.
El histórico acto de la renuncia se producirá en una ceremonia solemne a la que asistirán las altas autoridades del país y que se celebrará en el Salón de Columnas del Palacio Real, el lugar donde se firmó el Acta de Adhesión de España a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) en 1985 o donde se desarrolló la conferencia de paz entre israelíes y árabes de 1991. Todo ello bajo la atenta mirada de la escultura del emperador Carlos V que preside la sala.
El presidente se situará en la tarima presidencial junto a la princesa Letizia y las infantas
Al día siguiente, para la proclamación de Felipe VI ante las Cortes, está previsto que Rajoy se sitúe en la tarima presidencial junto a la princesa Letizia y las infantas Leonor y Sofía, mientras que el resto de miembros del Gobierno seguirá la ceremonia desde sus respectivos asientos en el hemiciclo.
No hay una norma protocolaria que dé este protagonismo al presidente, sino que se seguirá el guión de 1986 cuando don Felipe fue proclamado heredero al cumplir 18 años y a su lado se colocó a Felipe González en representación del Ejecutivo.