El ministro de Asuntos Exteriores, en un acto con empresas multinacionales./ Foto: La Razón.
Eva Cantón. Madrid
“Presumimos poco de lo que hacemos y el que no se anuncia, no vende”. Esta frase, pronunciada por Fernando Ruíz, presidente de Deloitte España, pone de manifiesto la filosofía de la asociación de multinacionales extranjeras por la Marca España que se presentó ayer en Madrid en presencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y del Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros.
Constituida en 2014 por una veintena de empresas, la plataforma busca promover la imagen de nuestro país y atraer la inversión extranjera para impulsar la recuperación económica y la generación de empleo.
Entre los retos, aumentar la inversión en I+D, contar con un mayor porcentaje industrial, mejorar la capacitación de los trabajadores en el manejo de idiomas para competir en un mundo global y apostar por un sector tecnológico puntero.
“España está bien posicionada en muchas cosas, pero hay algunos deberes que hacer”, en opinión de la responsable de Google para España, Bárbara Navarro, que puso también el acento en el aspecto regulatorio y su impacto en la innovación.
Para Diageo, líder mundial en el sector de las bebidas espirituosas, la fortaleza del mercado español radica no sólo en su tamaño sino en la extendida cultura de la celebración y un patrón mediterráneo de consumo que lleva a la compañía a tener en España sus segundas mejores cifras tras el Reino Unido.
Sin embargo, persisten como principales debilidades la confianza del consumidor, que se ha resentido debido a la crisis reduciendo su gasto en hostelería, y el nivel de desempleo, según el director general de la compañía en España, Newton Freire.
Para la presidenta de Siemens España, Rosa García, la premisa debe ser maximizar la facturación y los beneficios no sólo fuera sino dentro de España y para ello hay que poner en valor la marca país. “Hay que hacer de embajador dentro de casa y explicarle a la sociedad española la importancia de nuestras empresas, para que no nos vean como extranjeros chupópteros”, ilustró García.
El Gobierno quiere convertir el sector exterior en el motor de la economía
Por su parte, el jefe de la Diplomacia española, se comprometió a escuchar las preocupaciones de las multinacionales para eliminar las barreras que dificultan su labor en España y les animó a trasladar a la opinión pública las ventajas para el empleo de una mayor liberalización.
El propósito del Gobierno no es, según García-Margallo, “maquillar” el modelo económico anterior a la crisis sino hacer un cambio “radical” para pasar de un modelo basado en el endeudamiento privado, el protagonismo del sector inmobiliario y la pérdida de competitividad a uno liderado por el sector exterior. “Las multinacionales tienen ahora un horizonte diferente”, dijo.