El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García, ayer en Toledo. / Foto: Diego de la Vega/APE
Alberto Rubio. Toledo.
Los ciberataques generan anualmente pérdidas por valor de 300.000 millones de euros a la economía mundial, según datos aportados ayer por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en el seminario “Ciberamenazas y Respuestas”, organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, que se clausura hoy en Toledo.
Internet y el ciberespacio en general se han convertido en los últimos años en el nuevo, y lucrativo, campo de batalla del siglo XXI. El espionaje cibernético se ha incrementado exponencialmente y, según datos del Gobierno británico, ha provocado unas pérdidas anuales de 27.000 millones de libras a sus empresas.
El robo de esta propiedad intelectual se centra fundamentalmente en sectores como energía, finanzas, química o comunicaciones. Pero también afecta a la minería, las farmacéuticas o la ingeniería, aunque a estos últimos no se les considere sectores “críticos” para la seguridad nacional.
El miembro del centro de Ciberdefensa de la OTAN, Suleyman Anil, aportó ayer un dato importante para comprender la complejidad y extensión de las ciberamenazas a las que se enfrentan Estados y empresas: “cualquiera con 40 o 50 millones de euros puede poner en marcha una ciberofensiva como estas”.
La OTAN prepara una nueva definición de su artículo 5 para dar respuesta común a las amenazas cibernéticas
Con esa “modesta” inversión, si se compara con las pérdidas que generan, programas como Energetic Bear, lanzado desde Rusia, colapsan los sistemas de muchas empresas o roban proyectos. En España, este tipo de ataques dañan más a las grandes empresas (497.000 euros de pérdidas anuales de media) que a las pequeñas o medianas (38.000).
La ciberdelincuencia mueve más dinero actualmente que el narcotráfico, según Francisco Martínez. La solución está en “intentar conocer al agresor”, apunta Javier Candau, jefe del Área de Seguridad del Centro Criptológico Nacional (España). Y la OTAN ya trabaja en una nueva definición de su artículo 5 para dar respuesta común a las amenazas cibernéticas.