La escuela de negocios IMD, en la ciudad suiza de Lausana.
Darío Menor. Roma.
La competitividad de la economía española está en alza. Lo certifica un detallado estudio realizado por la escuela de negocios suiza IMD para el que han sido consultados 4.300 directivos internacionales. En la clasificación mundial del 2014 España ocupa la posición número 39, seis puestos por encima del año anterior. En total son 60 las naciones estudiadas: la lista la encabeza Estados Unidos y la cierra Venezuela. Los dos países americanos repiten posiciones respecto a 2013.
La alta formación de los trabajadores, las infraestructuras y los bajos costes son los puntos más atractivos del Estado español, que tiene en cambio sus puntos negros en su nivel de desempleo, la regulación del mercado laboral y el crecimiento real negativo que registró la economía durante el ejercicio precedente.
El informe de IMD, en cuya elaboración ha colaborado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), propone al Gobierno de Mariano Rajoy las siguientes reformas para aumentar la competitividad: mejorar las administraciones públicas para que sean más eficaces; facilitar el acceso al crédito al sector privado; reducir el paro; acabar con el déficit en la tarifa eléctrica y garantizar la energía a precios competitivos; e impulsar la internacionalización e industrialización de la economía.
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Sólo Rumanía, que escala ocho posiciones, sube más en la clasificación que España
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“Hay cuatro pilares que explican el ascenso respecto al año anterior de España: la mejora de la situación financiera, el despertar del mundo de los negocios, la mayor internacionalización y el aumento en el número de inversiones extranjeras logradas”. El análisis es de la economista Anne-France Borgeaud Pierazzi, responsable de operaciones del centro de estudios de IMD que realizó el estudio.
Los seis puestos en la clasificación que sube España, un ascenso sólo superado por Rumanía, que pasa del lugar 55 al 47, podrían haber sido más si el mercado laboral hubiera respondido con mayor fuerza a las reformas del Gobierno. De hecho, los distintos problemas relacionados con el desempleo son considerados los grandes puntos débiles de la competitividad española en tres de los cuatro apartados en que se divide el análisis del país: desarrollo económico, eficiencia gubernativa, eficiencia en los negocios e infraestructuras.
Borgeaud Pierazzi compara la evolución de España en el último año con la que ha tenido Italia. Mientras Madrid mejora su posición en la tabla, Roma cae dos puestos y se coloca en el 46. Sólo Grecia entre los países de la zona euro está más abajo en la clasificación. “En España no hay apenas riesgo de inestabilidad política. Se valora de forma positiva lo predecible que resulta el Gobierno”, sostiene la experta, dándole la razón a uno de los argumentos que más a menudo esgrime Rajoy para explicar sus políticas. Critica, por el contrario, la poca resistencia de nuestra economía a las crisis cíclicas, lo que explica las dificultades actuales para salir de la recesión.
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«Habrá que facilitar el acceso al crédito para las empresas y las familias»
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Aunque advierte de que no hay recetas iguales para todas las naciones, Borgeaud Pierazzi propone el aumento de las exportaciones y de las inversiones extranjeras como los dos pilares con los que sustentar la recuperación.
“Para ello habría que facilitar el acceso al crédito para las empresas y las familias. También habría que mejorar la actitud general frente a la competitividad, creando un ambiente atractivo para los negocios. Eso se consigue con una estabilidad institucional, unas relaciones laborales dinámicas, una economía flexible a los ciclos y mayor facilidad para crear nuevos negocios”, sostiene.
Aunque fueran consiguiéndose todas estas mejoras, la posición de España en la clasificación mundial de la competitividad seguirá lastrada mientras continúe con niveles de desempleo tan altos. “Será un problema que lleve años solucionar”, reconoce la economista de esta escuela de negocios ubicada en la ciudad suiza de Lausana. De hecho, durante los últimos cinco años, en los que el paro ha sido el gran problema nacional, el techo en la clasificación de España ha sido la posición 35.
Puede encontrar más información del informe aquí:
http://www.imd.org/wcc/news-wcy-ranking/
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