Jean-Claude Juncker con Mariano Rajoy en el Foro Nueva Economía, en Madrid.
Eva Cantón. Madrid.
Para no atizar más el polvorín ucraniano, el candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a la presidencia de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha dejado bien claro que no es partidario de la adhesión de Kiev al club comunitario ni a la Alianza Atlántica. Es más, en los próximos cinco años la perspectiva de la ampliación desaparece del horizonte de los Veintiocho.
«Puedo decir que en los próximos cinco años la UE no se ampliará. Seguiremos siendo 28, no 29, ni 30 ni 32», dijo el ex primer ministro luxemburgués en Madrid durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que fue presentado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Juncker no cree que Ucrania reuna las condiciones para convertirse en miembro de pleno derecho de la Unión en los próximos diez o quince años porque, a su juicio, necesita «reformas profundas». Además, considera que si los ucranianos se han dirigido hacia Europa no es porque quieran entrar en la UE «a toda costa» sino porque no tenían otro lugar para hacer llegar sus reivindicaciones.
«¿Qué quieren los ucranianos?. No quieren convertirse en miembros de la UE a toda costa. Quieren vivir en un país libre, sin corrupción, donde los gobernantes sean ejemplares. Eso es lo que quieren. Y no debemos decirles, ni a ellos ni a otros, que Ucrania podría ser miembro de la UE», explicó.
De la misma manera, tampoco ve necesario convertir a Ucrania «forzosamente» en socio de la OTAN, como intentó, en contra del deseo europeo, la Administración Bush en 2007 durante la Cumbre de la Alianza en Bucarest. El también ex presidente del Eurogrupo querría reforzar la política europea de seguridad común y dotar de más medios a la diplomacia comunitaria o reformular algunas estrategias, sin dar más detalles.
En cuanto al debate sobre las sanciones que los Veintiocho deberían aprobar para contener las ambiciones anexionistas de Rusia, Juncker se mostró cauteloso.
Por un lado, admitió que «Europa tiene que alzar la voz cuando el derecho internacional es pisoteado». Por otro, alertó de que si se imponen sanciones económicas habrá que establecer un sistema de «solidaridad intercomunitaria» para evitar que los socios europeos más vinculados comercialmente a Moscú se vean duramente castigados.
«Si se imponen sanciones habrá que limitar el castigo a los países más vinculados comercialmente a Rusia»
«Si se imponen sanciones económicas habrá que organizar entre nosotros una solidaridad intercomunitaria para evitar que el impacto de las sanciones se sienta de manera exagerada en unos países y poco en otros», dijo.
En plena campaña para las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 25 de mayo, el veterano político luxemburgués dio un repaso a otros temas de la agenda europea, como la crisis económica, que a su modo de ver «no ha llegado al final», el paro, que calificó de «escandaloso», o la lucha contra la inmigración ilegal.
De paso, se esforzó en negar que tenga bajo el brazo nuevos planes de austeridad o ser «el representante de un paraíso fiscal» y cargó contra la «división artificial» entre los países «pecadores del Sur» y los del Norte. «Hay que poner fin a esta línea de demarcación estúpida. Ya hemos tenido suficientes como para trazar unas nuevas», alegó.