Los candidatos al Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland y Sabine Leutheusser-Schnarrenberger.
Javier Aguilar Ortuño. Estrasburgo.
Un socialista noruego de 63 años y una liberal alemana de 62 lucharán el próximo mes de junio por la Secretaría General del Consejo de Europa, organización paneuropea de 47 estados, incluidos Rusia y Turquía, con sede en Estrasburgo (Francia) –no confundir con la poderosa Unión Europea, con la que comparte himno y bandera-, encargada de la defensa y protección de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos.
Uno, Thorbjørn Jagland, termina este año su mandato de cinco años como 13º secretario general del Consejo y si resulta elegido, se convertirá en el primer secretario general desde 1949 en repetir mandato. La otra, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, intenta convertirse en la segunda mujer en alcanzar el cargo, después de la francesa Catherine Lalumière (1989-1994).
El político nórdico ha sido primer ministro (1996-97), ministro de Exteriores (2000-01) y presidente del Parlamento (2005-09) de su país. La candidata alemana fue ministra de Justicia en los gobiernos de Helmut Kohl (1992-96) y de Angela Merkel (2009-13).
Jagland, también conocido por ser el presidente del Comité del Premio Nobel de la Paz (su mandato finaliza este año), cuenta con el apoyo de no pocos países que defienden la reforma que él ha emprendido en la organización (ahorrar costes y reestructurar el Consejo para hacerlo más efectivo) y ha visto incrementada su presencia en los medios a raíz de su mediación en el conflicto entre Rusia y Ucrania por la península de Crimea.
Favorable también a la reforma de la organización, Leutheusser-Schnarrenberger cuenta con un arma poderosa: el apoyo de Merkel.
Sabine Leutheusser-Schnarrenberger cuenta con un arma poderosa: el apoyo de la canciller Angela Merkel
300 parlamentarios procedentes de las Cámaras de Diputados y Senados de los estados miembros, que comparten escaño en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, serán los encargados de elegir a la cabeza visible de la organización. Los restantes 18 son los miembros de la delegación rusa, desposeída hasta enero de 2015 de su derecho de voto por la “anexión de Crimea”, algo que parece perjudicar a Jagland. Algunos han tildado de injusto que el Comité de Ministros –órgano de decisión del Consejo de Europa que agrupa a ministros de Exteriores o embajadores ante la organización-, eliminara en febrero de la lista de candidatos al expresidente de la Asamblea Jean-Claude Mignon (PPE), en la única criba de la carrera hacia el puesto. ¿Razones? Según sus detractores, no cumplir con las condiciones del informe Juncker, redactado en 2005 por el hoy candidato del PPE a la Comisión Europea y que proponía que el secretario general del Consejo tuviese prestigio internacional y hubiera ejercido de primer ministro o ministro en su país.
El pasado enero, la liberal luxemburguesa Anne Brasseur, fue elegida presidenta de la Asamblea. Con la victoria de Leutheusser-Schnarrenberger. ¿Dos mujeres liberales como cabezas visibles del Consejo de Europa?
Además, Leutheusser-Schnarrenberger se podría encontrar con su compatriota Martin Schultz –todavía en la presidencia del Parlamento Europeo- como nuevo presidente de la Comisión Europea. ¿Dos alemanes al frente del Comisión Europea y el Consejo de Europa?
Y qué decir del próximo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, del mismo país y familia política que Jagland (también será el 13º secretario general). ¿Dos noruegos al frente de las dos organizaciones?
Reacios a celebrar un debate online ofrecido por la Asociación de periodistas Avenue Europa, Jagland y Leutheusser-Schnarrenberger ganan votos para su causa con cada parlamentario. El desenlace, en dos meses.