Malcolm Hoenlein / Vicepresidente de COP
Rechaza la idea de que los judíos norteamericanos sean un bloque monolítico que presiona incansablemente a la Casa Blanca. “La Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones de Judíos Americanos (COP) agrupa al 51% de las organizaciones judías en Estados Unidos, así que no todos pensamos lo mismo. Lo que sí se puede decir es que nuestros intereses y enemigos son los mismos, aunque los veamos con distintos matices”, subraya Malcolm Hoenlein, vicepresidente de la organización: “bueno, al menos cuando salí de Nueva York, todavía lo era”, bromea.
¿Quienes son sus enemigos?
Los extremistas. Aquellos que imponen puntos de vista radicales utilizando al islam. Aquí está el problema. Un debate saludable es positivo y, si llegas a un acuerdo, puedes solucionar los problemas. Pero, por ejemplo, Occidente debe controlar mejor la inmigración. Esos inmigrantes son un caldo de cultivo fácil para extender las ideas de los terroristas.
¿Cómo se puede diferenciar al terrorista del que no lo es, por ejemplo en Gaza, cuando ese territorio vive bajo una extrema presión por ambas partes?
Verá, la cuestión es que no se puede educar a la gente en el odio. Podemos mejorar las cosas si creamos una atmósfera adecuada. E Israel está dispuesto a ello, pero no todos quieren. Por ejemplo, vemos constantemente que a los cristianos se les persigue en todo Oriente Medio. Y no podemos sentarnos a esperar. Pero tampoco podemos dar un mensaje equivocado, como Netanyahu, que ha liberado a prisioneros palestinos y está pagando un precio político por ello.
«Irán sigue siendo la misma amenaza para Occidente que antes»
¿Qué futuro prevé para Oriente Medio?
Es un volcán que seguirá en erupción. Pero debemos apoyar más a países como Túnez. Podemos ayudar a abrirlos a la democracia, pero no imponiendo nuestros estándares. El Mediterráneo es un área particularmente importante para la estabilidad del mundo. Y es necesario desarrollar una cooperación activa entre el norte y el sur. España e Israel, desde ambos lados del Mediterráneo pueden jugar un papel muy importante en esa apertura.
¿Qué puede hacer Israel en este ámbito?
En un marco estable de paz, Israel puede ayudar al desarrollo de estos países compartiendo su tecnología en campos como la agricultura o la sanidad.
¿Lo harían?
Están ansiosos por hacerlo. Pero la cuestión es que ahora mismo no hay un sólo país estable en la región. Ni siquiera se puede decir que Arabia Saudí lo sea. Sólo Israel puede aportar estabilidad y es el único capaz de enfrentarse a la amenaza iraní.
Hablando de Irán, hoy se cumple el trigésimo quinto aniversario de la Revolución Islámica y, según cuentan las crónicas, el presidente Rohani se enfrenta al ala más conservadora por su empeño en llevar a cabo la apertura prometida en su campaña electoral. ¿Cree usted que algo va a cambiar con Rohani?
No es Rohani el que controla el país. Es el Consejo Supremo de la Revolución. Los mismos de siempre. Los iraníes le votaron porque querían un cambio. Pero él fue uno de los candidatos aprobados por el Consejo. Así que no hay un gran cambio, Irán sigue siendo la misma amenaza para Occidente que era antes. Nos dicen que van a congelar su programa nuclear, pero siguen desarrollando su programa militar. ¿Es éste un país interesado en la paz? Y Occidente está lanzando un mensaje equivocado al considerar como un paso positivo la negociación con Irán. Ese régimen sólo entiende la amenaza.