Posiblemente esta película del director Jia Zhangke es uno de los mejores filmes que cuenta en su carrera, pero sobre todo es una película imprescindible para entender el momento que vive China. El director traza un mosaico de historias que retrata la cruda realidad del desarrollo chino. Un filme duro, hermoso e impactante en el que muestra la soterrada violencia que se genera en una sociedad sometida a una transformación vertiginosa.
La película está inspirada en hechos reales que han ocupado portadas en los medios de comunicación. Son cuatro historias independientes que se entrelazan de forma casual creando un duro mosaico de la sociedad china. Son historias que pasan en cuatro provincias chinas y con ellas recorremos, de norte a sur, un país en continua transformación: La historia de un minero que se rebela ante la corrupción que impera en su pueblo y se toma la justicia por su mano. La de un buscavidas acostumbrado a recurrir al robo y al asesinato, pero que regresa al pueblo por Año Nuevo para estar con la familia. La de la recepcionista de una sauna que explota cuando un cliente rico intenta abusar de ella y la de un joven obrero que al final no soporta la presión de trabajos deshumanizados.
Por estas historias fluyen las lacras del vertiginoso desarrollo chino: la corrupción, la explotación, la alienación de los trabajadores, la prostitución, las graves diferencias sociales… todas ellas ejercen una insoportable violencia sobre los ciudadanos que a veces no tienen otro camino que recurrir a ella para recuperar la dignidad.
Como suele ser habitual con el cine no norteamericano Un Toque de violencia se exhibe en sólo dos salas de Madrid, Cines Golem (calle Martín de los Heros, 14) y Yelmo Cines Ideal 3D (calle Doctor Cortezo, 6). Hay que darse prisa en ir a verla, y si no, esperar a que salga en DVD.