Cameron con Rajoy en Moncloa, en abril de 2013./ Foto: Pool Moncloa
The Diplomat. Madrid
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibe hoy en La Moncloa al premier británico, David Cameron, con una agenda de trabajo en la que la cuestión de Gibraltar tendrá un papel secundario, ante la falta de avances en el contencioso de soberanía y en la celebración de reuniones sobre cooperación transfronteriza.
Ambos gobiernos pondrán fin a una legislatura en la que apenas se han dado resultados positivos. Tanto en Londres como en Madrid, así como en el propio Peñón, esperan ahora al resultado de las elecciones generales españolas y locales gibraltareñas de fin de año –ambas coincidirán previsiblemente en diciembre- para ver si hay posibilidades de sentarse de nuevo en 2016 en torno a la mesa de negociación.
Además, en junio del próximo año se celebrará el referéndum británico sobre la permanencia en la UE, una consulta que preocupa mucho en la colonia porque una salida del Reino Unido les perjudicaría enormemente, y podría afectar al enfoque hispano-británico sobre Gibraltar. El Gobierno local maneja informes sobre la posibilidad de adherirse al Tratado de Schengen en el caso de que la metrópoli abandone la UE.
Este verano ha dejado, un año más, una serie de incidentes en torno a las aguas de Gibraltar. El pasado 22 de agosto hubo un encontronazo entre varias lanchas del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), dependiente de la Agencia Tributaria, contra una embarcación gibraltareña de recreo sospechosa de llevar drogas.
A raíz de ello y con el fin de este caso no afectase a la reunión de hoy en La Moncloa, Londres y Madrid se comprometieron por escrito a reforzar su cooperación policial contra el crimen organizado en Gibraltar, en especial en la “notificación apropiada por parte de las autoridades competentes en casos de persecución de embarcaciones involucradas en actividades ilegales».
Madrid culpa a Londres por la ausencia de reuniones técnicas de cooperación transfronteriza
La legislatura termina sin que ambos gobiernos hayan convocado las llamadas comisiones técnicas ad hoc sobre cooperación transfronteriza, una iniciativa que partió del lado británico tras la decisión española de no proseguir con las reuniones tripartitas.
El secretario de Estado para la UE, Fernando Eguidazu, culpó en agosto a Londres de esta situación. “El tango no se puede bailar sino con dos personas, con una sola es imposible. En estos momentos depende del Gobierno británico poner en marcha su propuesta”, dijo en sede parlamentaria. Además, el Ejecutivo español cerró en julio el Instituto Cervantes en Gibraltar, que estaba abierto desde 2011 y que era el último de los puntos de los Acuerdos de Córdoba de 2005 que seguía en pie.