Texto y foto: Antonio Colmenar.
Elegido como mejor rincón de Extremadura en 2013, la parte antigua del municipio de Hervás (norte de Cáceres) es un lujo para los amantes de las calles estrechas, las fiestas y la gastronomía. Su encanto se encuentra en la judería, un barrio de callejuelas empinadas que bajan desde la plaza hasta el río Ambroz, donde los turistas se encuentran con el puente medieval de Fuente Chiquita.
Hervás fue fundada por los templarios en el siglo XII y a partir del 1400 fue poblada por una comunidad hebrea. En el serpenteo de esas calles y travesías, uno se topa con unas casas con grandes balconadas y una planta baja de piedra o adobe que suele estar pintada de blanco. La parte superior de cada vivienda destaca por los maderos de castaño, el árbol más conocido de esta comarca del norte de Extremadura.
Del legado judío se conservan los nombres de algunas calles, como Sinagoga o Cofradía. A principios de julio se celebra la fiesta de Los Conversos con una obra teatral que se representa a orilla del rio. Y en Hervás se puede encontrar la cocina típica sefardí en varios restaurantes -Casa Luis o Nardi-, así como los famosos dulces de La Candela para cada festividad judía.