El embajador de Turquía, Ömer Önhon y su esposa con la encargada de negocios australiana, Virginia Greville y el embajador de Nueva Zelanda, Michael Swain.
Gemma Rodríguez Betrián. Madrid.
La proyección de la película “El Maestro del Agua” de Russel Crowe homenajea a las víctimas de una de las batallas más sangrientas y cruciales de la Primera Guerra Mundial.
Más de 130.000 efectivos perdieron la vida en el estrecho de los Dardanelos (Turquía) en una campaña que se prolongó durante nueve meses. A las víctimas mortales, se sumaron otros 200.000 heridos y desaparecidos de las tropas del Imperio Otomano y de las aliadas (australianas y neozelandesas, sobre todo). Galípoli se convirtió en un símbolo de la inutilidad de las contiendas bélicas.
En un acto privado celebrado este martes en Madrid, el embajador de Turquía, Ömer Önhon, tuvo palabras de respeto y reconocimiento para todos ellos. “Decenas de miles de personas perdieron la vida en Galípoli. En cualquier conflicto armado, el sufrimiento afecta a todo el mundo, independientemente de su origen, raza o religión. No podemos olvidar la historia para construir un mundo de paz y respeto mutuo”, aseguró el diplomático.
Durante el evento, organizado por la Embajada turca, se proyectó la película “El Maestro del Agua”, dirigida y protagonizada por el oscarizado Russell Crowe. Una historia épica ambientada cuatro años después de la devastadora batalla de 1915, conocida en Turquía con el nombre de Çanakkale Savaşlari. Tras el pase de la cinta, los asistentes pudieron visitar una exposición fotográfica sobre el acontecimiento histórico. El propio embajador confesó ser nieto de uno de los miles de «mártires» que lucharon en Galípoli. «Lo importante de este filme es el mensaje», señaló Ömer Önhon a The Diplomat.