Katainen y Moscovici/Foto: CE
Eduardo González. Madrid
La Comisión Europea prevé un crecimiento económico débil para el resto de 2014 tanto para el conjunto de la UE como para la zona euro, que será sucedido por un lento aumento en el transcurso de 2015 y una aceleración en 2016. Estas previsiones coinciden para el caso español, con un incremento del PIB del 1,7 por ciento para 2015, frente al 1,2 de este año, y un aumento del 2,2 en 2016.
La CE hizo públicas este martes sus previsiones económicas para el otoño de 2014, en las que se espera un crecimiento del PIB real del 1,3 por ciento para el conjunto de la UE y del 0,8 por ciento para la zona euro. Según el informe, la recuperación económica iniciada en el segundo trimestre de 2013 «es aún frágil» y, en muchos Estados miembros, «el impulso económico permanece débil», debido a que «la confianza es menor que en primavera, por el aumento de los riesgos geopolíticos y las perspectivas de la economía mundial, menos favorables».
No obstante, «el reciente ejercicio de evaluación global del Banco Central Europeo ha reducido la incertidumbre con respecto a la solidez del sector bancario, y se estima que la mejora de las condiciones de financiación contribuirá al repunte de la actividad económica», prosigue el informe, presentado este martes por el vicepresidente de la Comisión responsable de Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, Jyrki Katainen, y por el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici.
Pese a las favorables condiciones financieras, la CE espera para 2015 una «recuperación económica lenta» del 1,5 por ciento (1,1 para la zona euro), impulsada por «la mejora de la demanda externa e interna». «El legado de la crisis se disipará gradualmente, y se registrará todavía un elevado desempleo, unos elevados niveles de deuda y una baja utilización de la capacidad», indica el informe de la CE.
Para 2016 se prevé una aceleración de la actividad económica de hasta el 2,0 por ciento (1,7 en la zona euro), «impulsada por el fortalecimiento del sector financiero», en particular tras la evaluación global efectuada por el Banco Central Europeo y los avances hacia la unión bancaria, «y por las recientes reformas estructurales, que comienzan a dar fruto», además de por el fortalecimiento de la demanda interna y externa y la continuidad de una política monetaria de gran flexibilidad.
En el caso de España, la CE indica que, «después de una la ralentización temporal en la segunda mitad de 2014, se prevé un crecimiento del PIB en 2015 y 2016» gracias, sobre todo, «al aumento del empleo y a las mejores condiciones financieras». Según la Comisión, la demanda interna se ha convertido «en el principal factor del crecimiento», frente a una demanda externa que «se reducirá de forma significativa en 2014 respecto a 2013 y que se expandirá levemente en 2015 y 2016».
La Comisión prevé una desaceleración en 2014 y aumentos del PIB en 1,7 en 2015 y 2,2 en 2016
La Comisión prevé también que «el coste por unidad laboral se volverá moderadamente positivo» en España, lo cual «seguirá permitiendo una mayor recuperación en la competitividad internacional». El informe espera también una reducción del desempleo, que pasaría del 24,8 por ciento actual al 23,5 en 2015 y al 22,2 en 2016.
Según la CE, los datos recientes indican una continuidad de la consolidación fiscal española a lo largo de 2014, con un déficit público general en torno al 3,4 por ciento del PIB en la primera mitad del año (0,3 puntos menos que en la primera mitad de 2013), que podría ser del 5,6 por ciento para el conjunto de 2014, inferior al 6,3 del año anterior. Para 2015 se espera una reducción del déficit hasta el 4,6 por ciento gracias a «la mejora en las perspectivas económicas» y a «los ahorros conseguidos con las reformas aplicadas anteriormente, que se espera que compensen los recortes fiscales», y para 2016 se prevé reducirlo aún más, hasta el 3,9, gracias a «la disminución del desempleo» y a «la aplicación de una nueva fórmula de indexación de las pensiones».