El Gobierno aprobó ayer el proyecto de Ley para la abdicación del Rey Juan Carlos./ Foto: Moncloa.
Luis Ayllón. Madrid
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha remitido una comunicación a todas las embajadas españolas en las que les informa de que no está prevista la presencia de delegaciones extranjeras en los actos de proclamación de Don Felipe como Rey, según supo The Diplomat de fuentes solventes.
Numerosos embajadores acreditados en Madrid se han dirigido en las últimas horas al Ministerio para tratar de obtener información sobre el desarrollo de los actos en los que será proclamado Felipe VI. También las embajadas españolas en distintos países han recibido consultas de las autoridades sobre ese asunto para intentar saber si debían enviar una representación a España.
Exteriores envía una circular a todas las Embajadas de España
Aunque la fecha no es definitiva, tras la reunión de ayer de la Mesa del Congreso, se apunta como día posible de la proclamación del nuevo rey el miércoles, día 18. Para ello, el Gobierno aprobó ayer el proyecto de ley que regula abdicación del Monarca y, entre los días 11 y 17, se espera que se produzca la aprobación por el Congreso y el Senado. La proclamación se haría al día siguiente en un acto en el Congreso al que asistirían los miembros de las dos Cámaras y al que serían invitadas las autoridades del país.
Dada la aglomeración de personas, resultaría difícil que pudieran asistir invitados de otros países y no es previsible que puedan hacerlo los embajadores, ya que tendrían la condición de delegación extranjera.
No obstante, se sigue trabajando con la posibilidad de que uno o dos días después pudiera tener lugar una recepción en el Palacio Real, a la que serían invitadas algunas personalidades y donde podría haber algún invitado extranjero. En cualquier caso, se trataría de un acto muy sobrio, acorde con la situación económica que atraviesa el país, mas en la línea de la entronización de Felipe como rey de los belgas, que tuvo lugar el pasado verano, sin grandes fastos.
En el aire estaría también, según otras fuentes, la celebración posterior de algún tipo de ceremonia de carácter religioso. En la coronación de Don Juan Carlos en 1975 tuvo lugar un Te Deum en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid.