Inauguración de la interconexión de alta tensión España-Francia./ Foto:Moncloa
Eduardo González. Madrid
El Consejo Europeo de octubre de 2014 instó a todos los Estados miembros de la UE a alcanzar antes de 2020 la capacidad necesaria para transportar fuera de sus fronteras al menos el diez por ciento de la energía eléctrica que produzcan, un objetivo que en la actualidad incumplen doce países, entre ellos España.
“Ha llegado el momento de completar el mercado único de la energía en Europa”, declaró este miércoles la Comisión con motivo de la presentación de su estrategia para lograr “una Unión de la Energía resistente y con una política de cambio climático orientada al futuro”, un objetivo que figura entre las prioridades absolutas del presidente Jean-Claude Juncker.
“Doce Estados miembros de la UE no cumplen el objetivo mínimo de interconexión de la UE, a saber: que al menos el 10 % de la capacidad de producción eléctrica instalada pueda cruzar las fronteras”, advirtió la CE en un comunicado. Los Estados insuficientemente conectados con el mercado eléctrico de la UE son España, Portugal, Italia, Irlanda, Reino Unido, Polonia, Rumanía, Estonia, Letonia, Lituania, Chipre y Malta.
La UE ha elaborado una lista de 137 proyectos eléctricos, entre ellos 35 de interconexión, “gracias a los cuales ese número de doce Estados miembros podría quedar reducido a dos”, prosiguió la Comisión.
La UE, primer importador de energía del mundo, pretende ahorrar 40.000 millones con las interconexiones
Cuando comience a funcionar el próximo verano, la recién inaugurada interconexión Francia-España de la línea de alta tensión Baixas-Santa Llogaia permitirá transportar un seis por ciento de la electricidad española. No obstante, según la CE, cuando los proyectos previstos (que incluyen la agilización del proceso de licencias, la mejora de los mecanismos regulatorios y vías de acceso financiero) hayan concluido en 2020, “todos los Estados miembros, excepto España y Chipre, habrán alcanzado el objetivo del diez por ciento”.
La UE, que es el mayor importador de energía del mundo, obtiene el 53 por ciento de su energía del exterior con un coste anual de aproximadamente 400.000 millones de euros. Según los cálculos de la Comisión, una red energética europea debidamente interconectada podría suponer a los consumidores un ahorro de hasta 40.000 millones de euros al año.