Foto: A.R.
Rafat Mahdi / Embajador de Pakistán
Alberto Rubio. Madrid
Con una dilatada experiencia diplomática a sus espaldas, el embajador de Pakistán, Rafat Mahdi, recuerda con especial afecto al desaparecido Nelson Mandela, con quien tuvo la oportunidad de reunirse hasta en nueve ocasiones.
¿Se puede decir que, tristemente, el asesinato de Benazir Bhutto provocó un giro positivo en la política de Pakistán?
La muerte de Benazir Bhutto fue una enorme pérdida. Era una mujer muy valiente y una líder excepcional. Pero sería cruel decir que su asesinato afianzó la democracia en Pakistán. De la estabilidad actual (en 2013 el gobierno del PPP cumplió íntegramente su mandato por primera vez en la historia y se celebraron nuevas elecciones) hay que darle el crédito al pueblo paquistaní y a los políticos que han afianzado el Estado de Derecho.
Las relaciones con India siguen siendo tensas y Cachemira está en el epicentro. ¿Habrá un acercamiento para cerrar el contencioso?
La relación es tensa, pero Pakistán está dispuesto a promover el entendimiento. No obstante, se necesitan dos para bailar un tango y hasta ahora no hemos recibido una respuesta que nos anime a vislumbrar una mejora de las relaciones con India. Obviamente, sin el contencioso de Cachemira nuestras relaciones mejorarían espectacularmente. Pero esa disputa no tiene una solución militar, sobre todo entre dos países con capacidad nuclear. La solución sólo está en el respeto a las resoluciones de la ONU. Y España podría hacer mucho, si India quiere.
¿Cómo?
España tiene un buen historial como promotora de la paz a través de la negociación y la mediación. Y ahora está en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que nos hace albergar esperanzas de que pueda contribuir a la paz en nuestra región.
Hablando del arma nuclear, ¿tiene sentido mantenerla?
Tenemos que tenerla, aunque no la vamos a utilizar. En su momento, no tuvimos otra opción que desarrollarla como un medio de disuasión.
La relación con EEUU pasa por constantes tensiones. ¿Podría romperse?
Las relaciones con Estados Unidos se remontan muchos años atrás y son sólidas, aunque a veces pasan por altibajos. Estamos muy agradecidos por la asistencia recibida y no tenemos dudas de que tenemos que trabajar muy unidos para hacer frente a todos los desafíos a que nos enfrentamos.
¿Es el terrorismo el mayor de ellos?
Nos encontramos en una situación muy complicada. Incluso se nos asocia al terrorismo, pero somos sus primeras víctimas. Hemos pagado un alto precio por ello. Nuestro Ejército ha tomado la determinación de acabar con estos grupos. Y no va a fracasar. Estamos progresando a pesar de que tenemos una extensa frontera difícil de controlar. También hemos desarrollado una buena relación con el gobierno de Afganistán porque nuestro objetivo final es la estabilidad en la región.
El periodista Seymour Hersh sostiene que Pakistán conocía el plan de Washington para acabar con Ben Laden. ¿Qué hay de verdad en ello?
Esa información tiene bastantes lagunas. Mi Gobierno siempre dijo que no fue avisado de la operación. Y así fue. El propio director de la CIA ha rechazado esas acusaciones.
¿Es China la tabla de salvación de la economía de Pakistán?
La relación con China puede ayudar a mejorar nuestro problema energético. No obstante, no es nuestro único socio. Y además, China puede ser también una oportunidad para España en este terreno. No son incompatibles.
¿Cómo definiría los intercambios económicos actuales entre España y Pakistán?
Primero le diré que me considero afortunado de que mi trabajo aquí es mucho más fácil, dadas las excelentes relaciones bilaterales. Actualmente nuestros intercambios comerciales han superado los 1.000 millones de dólares. Pero aún tenemos mucho campo para mejorar.
¿Tendremos próximas visitas bilaterales?
Hemos tenido ya dos visitas de sendas delegaciones paquistaníes para participar en seminarios del ICEX. Y en los próximos meses habrá otras dos.
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