El embajador de China en España, Zhu Bangzao, brinda con el secretario de Estado de Exteriores, Gonzalo de Benito, en el día nacional de China./ Foto: A. Rubio.
The Diplomat. Madrid
La Estrategia de Acción Exterior que está estudiando el Gobierno empieza a recibir críticas. Varias embajadas asiáticas han trasladado a The Diplomat su sorpresa por la redacción del apartado que concierne a China, ya que el borrador de la estrategia –que esta web publicó el 3 de octubre- sugiere que España dejará de exigir a Pekin avances en el tema de los Derechos Humanos.
Bajo el epígrafe China en el mundo: Responsabilidad Internacional, el departamento de José Manuel García-Margallo recuerda en la página 154 del informe que la doctrina de la coexistencia pacífica y sus cinco principios básicos han servido de base jurídica y política para el desarrollo “pacífico, extraordinario y continuado” de China en las últimas cuatro décadas, desde que Deng Xiaoping abrió el país al capitalismo hasta el éxito de los Juegos Olímpicos de 2008.
Exteriores constata, a continuación, que el gigante asiático está escalando puestos “en liderazgo y visibilidad internacional”, algo refrendado por el FMI esta semana al colocar a China como primera economía mundial por delante de Estados Unidos.
En cuanto a la responsabilidad internacional, el “salto cualitativo” se produce en 2013, a juicio de la diplomacia española, cuando Xi Jinping y el nuevo equipo dirigente chino llegan al poder y se comprometen a implicarse “de forma más profunda” en la comunidad internacional y de puertas adentro, “liderar la transformación de las reglas de juego”, lo que estas embajadas asiáticas interpretan como pasos a favor de una mayor democratización y defensa de los Derechos Humanos, algo a lo que Xi se comprometió vagamente en el XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
Temen que España deje definitivamente a un lado el tema de los Derechos Humanos con China
Exteriores recuerda que durante años se ha invitado a Pekín a asumir “una responsabilidad proporcional a su peso económico y demográfico en el mundo”, es decir un mayor respeto por los DD.HH desde los hechos de Tiananmen, pero a continuación añade un vaticinio que ha producido perplejidad en las citadas embajadas: “Todo parece indicar que esta invitación dejará en breve de ser necesaria”.
Las embajadas asiáticas consultadas por The Diplomat lamentan esta redacción justo cuando los estudiantes de Hong-Kong están reclamando más democracia y temen que España deje a un lado definitivamente el tema de los DD.HH con China tras la reforma de la justicia universal que, entre otros casos, motivó el archivo de la causa sobre el genocidio en el Tíbet.