Las redes sociales son un medio muy eficaz para extender el discurso yihadista.
The Diplomat. Madrid
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, indicó la semana pasada en Málaga que el Estado Islámico controla alrededor de 46.000 cuentas de la red Twitter en Internet, de las cuales 30.000 estarían controladas por personas y el resto corresponderían a los llamados ‘bots’, los programas informáticos que imitan el comportamiento humano.
Aunque la inmensa mayoría de los tuiteros de esta organización terrorista utiliza el árabe para interactuar con otros usuarios, hay un 18% que tuitea en inglés y un 7% que lo hace en francés. “Estas cifras dan una idea aproximada del nivel de la propaganda para la radicalización que está circulando por el ciberespacio, con capacidad para llegar a los jóvenes occidentales”, indicó Martínez en la inauguración en Málaga de la jornada ‘El fenómeno de la radicalización; respuesta española’.
El ‘número dos’ de Interior insistió en su intervención en que el terrorismo yihadista, al que calificó de “terror feudal y profundamente involucionista”, se vale y aprovecha para destruir el modo de vida occidental a través «de las señas de identidad de nuestra cultura».
“Las tecnologías de la información y las comunicaciones. Internet y las redes sociales son el medio más poderoso y eficaz para realizar casi todas las actividades que son vitales para el yihadismo; para extender su discurso, para formar a potenciales terroristas una vez radicalizados, para enviarlos a las zonas de combate, para construir su entramado financiero y para difundir su macabra propaganda y ejecuciones, en un permanente alarde del terror que siembran”, indicó.
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La mayoría de los tuiteros del IS lo hacen un árabe, aunque un 18% utiliza el inglés y un 7%, el francés
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El secretario de Estado de Seguridad advirtió de que en “las cárceles españolas hay en este momento 79 personas condenadas por delitos relacionados con el terrorismo yihadista”, con los que se está llevando a cabo un programa específico de intervención en centros penitenciarios. Además, el año pasado eran objeto de especial seguimiento en las cárceles españolas 87 personas. “Tan sólo un año después, son 186 los internos incluidos en este programa”, concluyó.