Margallo, en la Comisión de Exteriores del Congreso.
Luis Ayllón. Madrid
Todos los grupos de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados guardaron el pasado miércoles un minuto de silencio en memoria de “las víctimas armenias y otras”, que murieron hace un siglo durante la I Guerra Mundial. Cuidadosamente, los diputados eludieron utilizar la palabra “genocidio” para no enturbiar las relaciones con Turquía.
La condena del “genocidio armenio” es un asunto que, cada cierto tiempo se plantea en el Congreso de los Diputados, pero no llega a hacerse nunca realidad. Así en marzo de 2010, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, copatrocinador con la Turquía de Recep Tayip Erdogan de la Alianza de Civilizaciones, tuvo que intervenir para frenar el debate sobre una proposición no de ley de Esquerra Republicana de Cataluña, que proponía que se condenaran, calificándolas como “genocidio”, las muertes de más de un millón y medio de armenios en Anatolia Oriental entre 1915 y 1923, a manos de tropas del Imperio otomano. Dos años más tarde, en mayo de 2012, la Comisión de Exteriores rechazó, con el apoyo de PP, PSOE, CiU y UPyD un intento similar de Amaiur.
El pasado miércoles, la Comisión decidió guardar el citado minuto de silencio, después de que se descartara la aprobación de una declaración en el Pleno del Congreso. Finalmente, se optó por rendir un homenaje en recuerdo “de las víctimas, de todas las víctimas armenias y otras, que perdieron sus vidas durante los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar en Anatolia Oriental, entonces parte del Imperio Otomano, en 1915 y 1916″, tal y como leyó el presidente de la Comisión, Josep Antoni Duran i Lleida.
No obstante, representantes de todos los grupos, excepto el PP, participaron, también en el Congreso, en un seminario sobre el «genocidio armenio» en el que intervnieron el embajador de Armenia en España, Avet Adontx, y la principal autoridad religiosa armenia, Mushegh Sargsyan, entre otros.
España ha evitado siempre utilizar la palabra que causa enojo a Turquía
Otros países como Estados Unidos, que tienen en Turqiuía uno de su principales aliados en el mundo musulmán, también han optado por no utilizar la palabra “genocidio” para no causar las iras de las autoridades de Ankara. Erdogan ya las puso de manifiesto recientemente llamando a consultas al embajador turco ante la Santa Sede, después de que el Papa Francisco denunciara el «atroz y descabellado exterminio» de los armenios, que consideró «el primer genocidio del siglo XX».
El Parlamento Europeo sí ha calificado lo sucedido en Anatolia como “genocidio”, lo mismo que otros países, como Francia, cuyo embajador en Madrid, Jerôme Bonnafont, emitió ayer un comunicado en ese sentido.