El embajador de Canadá en España, Jon Allen (centro), en el Seminario sobre el CETA/. Foto: J.G.
Julio García. Madrid
El embajador de Canadá en España, Jon Allen, animó hoy a los empresarios españoles a incrementar sus inversiones en este país norteamericano, porque “es el mejor país del mundo para invertir”, y argumentó que una herramienta “destacada” para hacerlo es el Acuerdo Económico y Comercial Global UE-Canadá (CETA por sus siglas en inglés), pendiente de ratificación.
Allen hizo esta invitación durante su participación en el Seminario “Canadá-Unión: Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA por su siglas en inglés), al que asistieron numerosos inversores y empresarios españoles y a los que lanzó el mensaje de que para el Gobierno canadiense el CETA es una “prioridad”.
Actualmente, empresas españolas como la energética Repsol y la constructora ACS ya invierten en Canadá, “pero todavía queda mucho por hacer para incrementar los flujos comerciales en ambos países”, y el CETA “impulsará de manera muy postivias nuestras relaciones con España ”.
Allen concluyó su intervención con otros argumentos para atraer inversiones españolas a su país como su «muy sólida economía», el «muy positivo clima de negocio” y “el país del G-7 dónde es más fácil abrir un negocio”.
El gobierno español considera «muy dinámico» el mercado canadiense
Por su parte, el director general de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Economía y Competitivdad, Antonio Fernández-Martos, aseguró que la administración española “está acompañando” a los empresarios que quieren invertir en mercados muy dinámicos, como el canadiense.
España exportó a Canadá el pasado año por un importe total de 1.300 millones de euros e importó por poco más de 1.000 millones de euros. La inversión española en ese país norteamericano fue de 10.600 millones de euros y la inversión canadiense en España fue de 10.000 millones de euros.
No obstante, Fernández-Martos destacó que la evolución tanto el comercio de exportación como el de importación entre ambos países ha aumentado un 75% en los últimos diez años y concluyó que el CETA es un buen acuerdo para incrementar las todavía “bajas cifras” de estos flujos comerciales y de inversión.